Debes de tener en cuenta que este wargame está concebido para echar buenos ratos de risas, por eso, la competición debe quedar en un segundo plano y la deportividad debe ser el principal factor a tener en cuenta.
El principal aliciente que posee es que puedes crear a tu luchador ‘a la carta’, es decir, incluye una amalgama de reglas y posibilidades para que los personajes sean de lo más variopinto; puedes elegir el país al que pertenece, la corpulencia, los atributos y más de 30 estilos de artes marciales de todo el mundo; haciendo que cada luchador esté completamente personalizado.
El sistema es sencillo, basado en ‘éxitos’, teniendo que superar un valor numérico en los dados para resolver los distintos lances de las partidas, sumando o restando el número de dados a lanzar según unos bonos concretos.
Se juega en un tablero de juego con cuadrículas, así que podemos considerar un ‘tactics’, donde los personajes mueven por dichos cuadros que conforman hasta 7 tipos de Tatamis distintos.
Pero no acaba aquí, ya que cada jugador poseerá un mazo de cartas que confeccionará a su gusto, eligiendo entre 108 y cada una de ellas con distintas técnicas que podrá beneficiar o perjudicar al luchador. Estas técnicas puede hacer que un mismo personaje encadene una serie de golpes y el público lo aclame con sus gritos.
Existen también dos tipos de campaña: Campeonato Mundial, que es un sistema de Play-Off; y el Arcade, basado en los videojuegos de los 90.